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jueves, 21 de julio de 2011

LeNgUaJe No SeXiStA


 EL LENGUAJE SEXISTA.
El sexismo lingüístico se produce cuando el idioma resulta discriminatorio a causa de su forma
El termino sexismo designa a la discriminación de una persona de un sexo por considerarlo inferior
El sexo femenino es que ha sufrido este trato e todos los ámbitos de la vida.
El lingüístico no es una acepción de este  maltrato
El sexismo lingüístico se materializa cuando el lenguaje resulta discriminatorio debido a su forma. Por ello, conviene prestar especial atención a la utilización de maneras, estructuras y expresiones que, pese a una carga sexista latente, o incluso patente, pasan desapercibidas o no generan reflexión alguna por la cotidianeidad y naturalidad de su uso

Un asunto recurrente a la hora poner en práctica el lenguaje no sexista es la discutida acepción de hombre, más aún en su plural, hombres, para definir al ser humano. Hombre suma al macho y a la hembra como sinónimo de especie humana, pero no es menos sinónimo varón de hombre, y con el sencillo gesto de optar siempre por el primero se le conferiría una singularidad más acusada al término hombre como indicador de la especie.

Quien desee no caer en el uso por inercia de un lenguaje sexista y depurar su expresión puede seguir unas sencillas normas, fáciles de interiorizar e incluir con total naturalidad en su habla y en su escritura.

*    Optar por términos genéricos: Infancia, por niños y niñas. Alumnado, por alumnos y alumnas.
*    Elegir nombres abstractos: Alcaldía, por alcalde o alcaldesa. Presidencia, por presidente o presidenta.
*    Usar dobles formas. Cuando se trata de nombrar a un grupo mixto, que precise evidenciar el femenino: Premio a la mejor empresaria o empresario del año.
*    No utilizar el término "mujer" como sinónimo de esposa, como no lo es el de hombre a esposo. Eliminar el tratamiento de señorita, igual que está caduco el señorito.
No usar la @. No es un signo lingüístico. Si se quiere economizar espacio puede recurrirse a dobletes con barra).
*    Respetar la orden ministerial (22-05-95) por la que quedan regulados la denominación de títulos académicos: Diplomada, arquitecta, médica, enfermera, obrera, etc.
*    Flexibilizar el orden de las palabras, no hay razón para anteponer por sistema el término masculino al femenino: Madres y padres, trabajadoras y trabajadores.







Dotar al discurso de homogeneidad. Cuando adoptemos una solución no sexista, mantenerla a lo largo de todo el texto, porque si no lo hacemos favorecemos la ambigüedad. 







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